miércoles, septiembre 13, 2006

La aspirina de la victoria y la maledicencia

Como venimos informando en Ràdio Nou y un servidor viene reflejando humildemente en este rincón de la red, la relación entre Quique Sánchez Flores y los máximos mandatarios valencianistas se ha ido tensando conforme iba avanzando el verano como fruto de un divergencia clara entorno a la política deportiva del Club, pero hay dos factores que han contribuido a suavizar la situación. Por una parte el famoso bálsamo de la victoria que amansa a las fieras: tres victorias en tres partidos suponen un tratamiento de choque que neutraliza cualquier enfermedad. Por otra parte hay un elemento que suele ser aglutinador: el hecho de que la noticia infundada de una destitución fulminante naciese en la prensa madrileña y madridista se interpreta en el Club como un intento de desestabilización desde la Capital que, lejos de surtir efecto, lo que consigue es hacer más fuerte la postura valencianista, pese a que ciertos medios aquí en Valencia se dediquen a alimentar la noticia de “Pipi” Estrada con intenciones evidentemente golpistas.

2 comentarios:

Rafa dijo...

Morata, Morata... como tú dices eres un buen valencianista y también un buen murciano... como Mista, así que para que no te pase como a él (qué por lo menos se los hallevado calentitos) sigue el consejo del dicho popular, ya sabes... cuando las barbas de tu vecino veas quemar...

Ben cordialment

Esteban Fernández dijo...

¿Qué tiene que ver Morata en todo esto?