Allí, enclavado en ese mini hábitat que es Paterna se sitúa el Bar del Papi. Del afamado Papi y sus bocadillos de blanco y negro. Haciendo patria. Faltaría. Y así, como si la casa de `Esta cocina es un infierno´ se tratara, el Bar del Papi ya ha sido el escenario donde dos culebronescos episodios se han grabado:1. Claramunt rajó de Subirats, de Quique. Del proyecto. “En el València sólo trabajan los amigos de Subirats”. Claramunt insinuó que el único trabajo que le permitían realizar es estarse sentado en el Bar del Papi, come que te come, bocadillo tras bocadillo. Una de bravas. Un poco de sepia. El castigo que recibió por parte del club –previo paripé- fue el seguir pagándole gustosamente por comer el bocata de tortilla de patatas. Y unas almendritas. Cacauets. Unas olivitas. ¿Y qué tal juega Ribery, el chavalín del Marsella? Mientras me lo cuentas métele un poco de all i oli a la tortilla. Y tan buenas que están.2. La última viene contada por Nacho Cotino de Ràdio Nou. Dice como sigue su versión: Desde el club se le pidió a Subirats si ya tenía una lista hecha de futuribles. Subirats, tras algún que otro segundo de pensamientos profundos, cantó eureka y se acordó del AS. Llamó a Higinio. Higinio también recordó que en el AS del día salía una lista de futuribles para el Madrid. Jugadores de un nivel una calidad, franceses, italianos, holandeses, alemanes, y hasta africanos, muy del gusto de Don Juan Soler. Higinio entre caminar o no caminar eligió levantar el teléfono y darle un toque a su secretaria. Secretaria, vete al Bar del Papi y mira si está el AS de hoy. La secretaria al Bar del Papi que va. Papi, ¿me dejas el AS?. La secretaria se lleva el AS. Se lo presta a Higinio. Higinio se lo relata a Subirats. Subirats al hombre del club que le preguntó sobre futuribles. Es la versión de Cotino, que, como el que escribe, de repente ha cogido hambre.Vicent Molins
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