La penúltima pirula de Lopera

En la comida oficial entre Valencia CF y Real Betis celebrada ayer sábado en el restaurante del Oceanográfic, el presidente del conjunto verdiblanco, D. José León, que es un tipo muy amable y muy majo al que en Sevilla apodan "el cuchara" porque ni pincha ni corta transmitía al presidente del Valencia la penúltima petición con respecto al traspaso de Joaquín. El Betis estaría dispuesto a aceptar a Roberto Fabián Ayala como moneda de pago valorando al internacional argentino en 4 millones de euros.
La propuesta del presidente verdiblanco o mejor expresado de su jefe Don Manué sorprendió gratamente a los mandatarios valencianos puesto que le ponía ruedas a la negociación por Joaquín... hasta que un desliz cometido por uno de los enviados de Lopera acabó por descubrir el pastel. El mentado consejero verdiblanco, seguramente ajeno al pollo que hay montado en Valencia con el asunto 'Ayala', comentó que ellos no buscaban ningún central pero que podían hacer un buen negocio revendiendo a Ayala al Villarreal CF antes de terminar el plazo del 31 de Agosto.
De esta forma se conoció en Valencia la intención de Don Manué y se desestimó la inclusión del central argentino en el traspaso de Joaquín, por cierto, traspaso que se cerrará mañana tras haber pasado esta tarde el reconocimiento médico preceptivo esta tarde en la Clínica Quirón de Valencia y para el que Don Manué ha demandado el aval personal del presidente valencianista. Y... ¿Por qué exige Don Manué el aval personal de Juan Soler? Muy sencillo. Porque en el verano de 2004 el Valencia exigió el aval personal del propietario del betis para el traspaso de Ricardo Oliveira.
De esta forma Juan Soler se convierte en el primer presidente de la historia del Valencia CF que garantiza con su patrimonio personal el fichaje de un futbolista por un montante de 25 millones de euros. Cuestión que, con independencia de errores o aciertos, entiendo que lo coloca muy por encima de sus entecesores en el cargo.